* El Sorgo Se Adapta a la Rotación
Por: Ing. Manuel Colomar
- Trabajo en la firma Pioneer Argentina, en la provincia de Entre Ríos. En el último tiempo estoy observando un fuerte regreso del cultivo de sorgo en las rotaciones de la región. Esta gramínea se caracteriza por su gran plasticidad y como un importante aliado a la hora de buscar estabilizar rendimientos y mejorar campos, tanto por su abundante sistema radicular como por su excelente aporte de rastrojos. Si bien hasta ahora el uso habitual era en siembras de noviembre, en las últimas campañas algunos productores empezaron a incluir el sorgo como cultivo para siembras de segunda. Después de cosechar el trigo se deja barbechar el lote, a fin de acumular lluvias de diciembre y proceder a la implantación hacia fines de ese mes. De este modo, el sorgo emerge y pasa enero en su período vegetativo. En esta fase el sorgo tiene bajos requerimientos hídricos y el productor debe procurar protegerlo del ataque de insectos a fin de lograr una población de plantas adecuada. Sembrar a fines de diciembre permite ubicar el período crítico del cultivo hacia fines de febrero y primeros días de marzo, momento en el que se vuelven a registrar las lluvias.
- Para este tipo de siembras recomiendo usar materiales de ciclo intermedio/corto, con alta concentración de taninos. Así, se busca reducir el ciclo del cultivo para evitar el riesgo de las heladas tempranas que cortarían abruptamente el llenado de grano. Por otro lado, la práctica indica que los sorgos con alta concentración de taninos tendrían una menor tendencia al brotado de granos en la panoja.
- En años normales, cuando se pueden presupuestar rendimientos en los sorgos de primera del orden de 70 quintales por hectárea sería esperable que estos sorgos de segunda rindieran alrededor de 50 qq que considerando el precio actual del cereal, sumado al ingreso del cultivo antecesor, generan una combinación de alta rentabilidad.
Fuente: La Nacion
26/06/2011