Costos En Alimentación.¿Cómo bajarlos?

- Dos leyes básicas a tener en cuenta para producir lo que sea, Leyes básicas de la economía que se asientan en leyes básicas de la naturaleza, de allí que son inapelables.

- Los mecanismos para reducir costos en cualquier tipo de negocio, arranca con un análisis de cuentas.

- Establecer en cual rubro se nos va la mayor parte del presupuesto.

- Establecer claramente si esa salida de dinero corresponde a UN GASTO, UNA INVERSIÓN, O INTERÉS PAGADO A CRÉDITOS Y DEUDAS CONTRAIDAS.

- Los costos siempre son la suma de estos tres rubros. Todo cálculo de costo se divide o por lo menos se clarifica acomodando las erogaciones en alguno de estos tres grupos. GASTOS AMORTIZACIONES Y RENTAS INTERESES

- Otro día le decimos a nuestro contador que nos cuente sobre esto con conocimiento de causa. Vayamos a nuestros asuntos:

- Dentro del rubro gastos, la alimentación es el más importante.

- Depende del tipo de explotación, especie, categoría, puede llegar a ser hasta el 70% del costo directo.

- Dada su importancia, si actuamos criteriosamente para lograr una reducción, estaremos introduciendo modificaciones importantes.
- Supongamos que en una explotación de cerdos en terminación, ocupa un 60 % y logramos reducir un 10 % el costo de los alimentos, habremos disminuido en un 6 % el costo total (¡¡¡¡Que notable!!!!) .

¿Cómo llevar a cabo los ahorros que nos llevan al descenso de los costos?

- Ejemplo simplista

1) Si vamos todas las noches a cenar al Restaurante, comeremos rico, no tendremos que lavar los platos y hacer compras, ni perder tiempo cocinando y limpiando luego la cocina…eso sí, nos cuesta una platita.

2) Si llamamos al delivery, para que nos traiga un pollito al spiedo o un par de porciones de asado con papas fritas, nos costará un poco más barato que el restaurante, pero eso si, tendremos que lavar los platos, barrer las miguitas etc.
3) Si hacemos de comer en casa, los costos de la cena bajan notablemente, pero tenemos que trabajar mucho más.
Vemos que los costos se hacen inversamente proporcionales al trabajo que incorporemos a la cuestión de hacer de cenar. Ni que hablar si además de preparar y cocinar, los productos que usamos son de nuestra propia producción (ej.: de nuestra huerta y/o corral o gallinero).

- Esta forma algo tonta de ejemplificar la cuestión, tiene otro costado a tener en cuenta; la escala de producción, Una cosa es hacer la cena para una familia grande y otra para una sola persona. Este hecho es más importante aún en la elaboración de los alimentos para nuestros animales.

- Si la cantidad no es relevante, se nos complica por cuestiones, de flete mínimo, tamaño de los equipos y máquinas, movimientos, etc.

¿Cómo y cuándo se justifica concretamente componer dietas o hacer raciones, de modo de no “ir al restaurante”?
1 – Cuando el tamaño de nuestra explotación es capaz de consumir un flete mínimo de cualquier materia prima que sea requerida. Ejemplo: si hacemos alimento o ración de engorde para novillos o recupero de vacas, etc.; usando cereal, rollo propio y un subproducto oleaginoso, por ejemplo pellet de girasol; cuando se justifica la compra de por lo menos un chasis de ese expeller o una cantidad tal que redondee un flete razonable. Tampoco es cuestión de comprar una cantidad exagerada por el solo hecho de justificar el flete. Si compramos más de la cuenta, luego se nos pondrá viejo o le proliferarán hongos productores de micotoxinas, por ejemplo.

- Cuando no llegamos a estos mínimos, podemos recurrir a los concentrados.

- Y cuando nuestra escala lo justifica, podemos recurrir, tan solo a los premix al 2,5 – 3%.

- Si llegamos a una gran escala, hasta podremos producir nuestros propios aditivos.

- Todo es cuestión de tamaño, para que los ahorros por hacernos cargo de otro problema más, se justifique; digamos “nos luzca”.

- La estructura impositiva de nuestro país empuja, desde que yo tengo memoria, al crecimiento vertical de las empresas, a tomar las etapas previas y posteriores de la cadena productiva. Algunas logran llegar directamente al consumo.
- Cuando se instalaron en nuestro medio, las primeras plantas de alimentos balanceados, de origen norteamericano, unidas al desarrollo de la industria avícola; los gerentes venidos de los EEUU, nos decían: “El dueño del mercado, es el dueño del negocio”. Esto sigue tan o más vigente que en ese entonces.

- Pasemos entonces a las leyes:

La relación insumo producto en términos económicos, hace que debamos tener absolutamente presente, las dos leyes más importantes, a mí entender, en estas cuestiones de aplicar tecnología: LA LEY DEL MÍNIMO Y LA LEY DE LOS RENDIMIENTOS NO PROPORCIONALES.

- Más que todo, ésta última, es crítica cuando desciende el valor de lo que producimos, con respecto a aquellos insumos que promueven o estimulan la producción.

- Vayamos a un ejemplo:

Les pido que no tengan estos valores como reales, sino que son sólo un ejemplo aritmético.

Supongamos que manejamos un tambo y que deseamos pasar de un sistema de producción más o menos sencillo a otro más sofisticado, que nos representará unos 5 litros más de leche por vaca por día.

Para lograrlo nos demanda 2 kg más de ración de un costo de 30 centavos más por kg; pasando así de 60 a 90 centavos./kg.
Tendremos 2 kg x 0.90$/kg = $1.80 más; y 6kg x 0.90$/kg = $5.40; haciendo un total de $ 7.20 contra 6 kg x 0.60$/kg = $3.60
El costo de alimentación suplementaria en el tambo pasaría de $ 3.60 a $ 7.20 o sea $ 3.60 de diferencia.
Si nos pagan por la leche $0,75…… dividiendo los 3,60 pesos por los $ 0.75, el nuevo esquema nos funcionaría a razón de $0,20 extra de recaudación por vaca por día.

Estamos ahí……puesto que el aumento del gasto en alimentación nos demanda 4,8 litros de los 5 para pagarse.
- Si sube el precio que nos pagan por la leche va bien…, si baja… se acabó el negocio.

- Muchas veces sucede que para incrementar otros dos litros más, deberemos incurrir en gastos mayores aún, no guardando proporción entre el incremento del gasto, con el incremento de producción, ya sea porque nuestra genética no es la adecuada, falla nuestro manejo, nuestras instalaciones o porque como se dice habitualmente…: “nos faltan 5 para el peso”.

- Allí es donde entra la comprensión que tengamos de la LEY DEL MÍNIMO LIMITANTE o simplemente LEY DEL MÍNIMO.
- Estas dos leyes nos llevan a que tengamos en claro la necesidad de armonizar los sistemas de producción y los insumos a usar.

Yendo a un ejemplo, sería como ponerle nafta Premium a un Ford A o un Rugby 28…., no lograremos por ello hacerlos correr a 160 kph.

- Los avances tecnológicos deben irse dando en toda explotación, en forma armónica. Es cuestión de cumplir lo más estrechamente con la ley del mínimo, que es válida tanto para armonizar la producción como para balancear los nutrientes en una dieta o fórmula de un balanceado.

- Como dije, son leyes naturales.

- Apelemos a otro ejemplo culinario:

Si para hacer un bizcochuelo necesitamos 4 huevos, una taza de harina, una taza de azúcar, una cucharadita de esencia de vainilla. Procediendo a mezclar todo como es usual, sale un bizcochuelo Standard como hacía la abuela…….
Ahora bien, resulta que tenemos 3 huevos solamente.

Si pretendemos que salga con el mismo sabor, deberíamos reducir todos los ingredientes a sus ¾ partes para mantener la “receta original” y sobrando el resto.

- Nuestros animales, puestos a producir carne, leche, huevo o lo que fuere, también tienen una “RECETA” bastante estricta a cumplir. Esa receta está comprendida en su código genético.

- Si bien pueden apartarse eventualmente de “la receta”, sucederá que emplearán más tiempo, cambiarán parcialmente las características de lo que producen, descenderá la taza de conversión y / o acumularán grasa. Todas estas desviaciones del plan original atentan contra nuestro sistema productivo y nos aumentan los costos.
¿Pero acaso, con el simple trámite de abastecerlos con cantidades ilimitadas de los insumos críticos, lograremos producciones ilimitadas?......NÓ. ¿Porqué?....

¿Acaso por abrirle indefinidamente el gasoil a la bomba del tractor, nos va a entregar más potencia?.....NÓ
¿Porqué?....
Pues le falta oxígeno; primer escalón limitante,…..Le ponemos un turbo y ya está…..SÍ…. aumenta la potencia pero solo hasta un punto y más allá.….bielazo.

Todos los sistemas tienen limitaciones que le son intrínsecas, en el caso de nuestros animales muchas veces es la genética.
- Debemos tener esto absolutamente en claro para no gastar de más en insumos costosos que por otra limitación nuestra o de nuestro sistema de producción, no será debidamente aprovechado y representará un gasto inútil.
- Cuando hablamos de bajar costos, no siempre se trata de gastar menos, como tampoco gastando de más, no siempre se genera un aumento de producción que “pague” ese aumento del gasto.

- Todos sabemos en donde nos aprieta el zapato, solo pretendí recordar estas dos leyes que considero fundamentales más allá de detalles particulares de cada caso.

Como decía Confucio: Todo en su medida y armoniosamente……

Fuente: Revista Conciencia Rural: Ing. Agr. Daniel Carlos Besso

12/01/2010